INFP MEDIADOR ES

Introducción

ll¿QUIÉN ES UN MEDIADOR (INFP)? Un Mediador (INFP) es alguien que posee los rasgos de personalidad Introvertido, Intuitivo, Emotivo y Prospectivo. Estos tipos de personalidad raros tienden a ser tranquilos, de mente abierta e imaginativos, y aplican un enfoque afectuoso y creativo a todo lo que hacen. Aunque puedan parecer tranquilos o sin pretensiones, los Mediadores (INFP) tienen una vida interior vibrante y apasionada. Creativos e imaginativos, se pierden felizmente en ensoñaciones, inventando todo tipo de historias y conversaciones en sus mentes. Estas personalidades son conocidas por su sensibilidad: los mediadores pueden tener profundas respuestas emocionales a la música, el arte, la naturaleza y las personas que los rodean. Idealistas y empáticos, los Mediadores anhelan relaciones profundas y conmovedoras, y se sienten llamados a ayudar a los demás. Pero debido a que este tipo de personalidad constituye una porción tan pequeña de la población, los Mediadores a veces pueden sentirse solos o invisibles, a la deriva en un mundo que no parece apreciar los rasgos que los hacen únicos. No todo lo que es oro reluce; No todos aquellos que divagan están perdidos; lo viejo que es fuerte no se marchita; las raíces profundas no son alcanzadas por la helada.J. R. R. TOLKIEN

El regalo de la empatía

Los mediadores comparten una sincera curiosidad por las profundidades de la naturaleza humana. Introspectivos hasta la médula, están exquisitamente sintonizados con sus propios pensamientos y sentimientos, pero también anhelan comprender a las personas que los rodean. Los mediadores son compasivos y no juzgan, siempre dispuestos a escuchar la historia de otra persona. Cuando alguien se abre a ellos o se vuelve hacia ellos en busca de consuelo, se sienten honrados de escuchar y ser de ayuda. Para los mediadores, una relación ideal de cualquier tipo es aquella en la que ambas personas se sienten cómodas compartiendo no solo sus esperanzas y sueños más salvajes, sino también sus miedos y vulnerabilidades secretas. La empatía es uno de los mayores dones de este tipo de personalidad, pero a veces puede ser una desventaja. Los problemas del mundo pesan mucho sobre los hombros de los Mediadores, y estas personalidades pueden ser vulnerables a internalizar los estados de ánimo o mentalidades negativas de otras personas. A menos que aprendan a establecer límites, los mediadores pueden sentirse abrumados por la cantidad de errores que deben corregirse.

Hablando su verdad

Pocas cosas inquietan más a los Mediadores que pretender ser alguien que no son. Con su sensibilidad y su compromiso con la autenticidad, las personas con este tipo de personalidad tienden a anhelar oportunidades para la autoexpresión creativa. No sorprende, entonces, que muchos Mediadores famosos sean poetas, escritores, actores y artistas. No pueden evitar reflexionar sobre el significado y el propósito de la vida, imaginando todo tipo de historias, ideas y posibilidades en el camino. Los mediadores tienen talento para la autoexpresión. Pueden revelar sus pensamientos y secretos más íntimos a través de metáforas y personajes ficticios. A través de estos paisajes imaginativos, los Mediadores pueden explorar su propia naturaleza interior, así como su lugar en el mundo. Si bien este es un rasgo hermoso, estas personalidades a veces muestran una tendencia a soñar despierto y fantasear en lugar de actuar. Para evitar sentirse frustrados, insatisfechos o incapaces, los mediadores deben asegurarse de tomar medidas para convertir sus sueños e ideas en realidad.

En busca de un llamado

Las personas con este tipo de personalidad tienden a sentirse sin dirección o estancadas hasta que se conectan con un sentido de propósito para sus vidas. Para muchos Mediadores, este propósito tiene algo que ver con animar a los demás y su capacidad de sentir el sufrimiento de otras personas como si fuera propio. Si bien los mediadores quieren ayudar a todos, deben concentrar su energía y esfuerzos; de lo contrario, pueden terminar agotados. Afortunadamente, como las flores en primavera, la creatividad y el idealismo de Mediators pueden florecer incluso después de las estaciones más oscuras. Aunque saben que el mundo nunca será perfecto, los mediadores aún se preocupan por mejorarlo como puedan. Esta tranquila creencia en hacer lo correcto puede explicar por qué estas personalidades a menudo inspiran compasión, amabilidad y belleza.

Fortalezas debilidades

Puntos fuertes del mediador (INFP)

  • Empático : los mediadores no solo se preocupan por otras personas en un sentido abstracto. Estas personalidades pueden sentir las emociones de otra persona, desde la alegría y la euforia hasta la tristeza y el arrepentimiento. Debido a esta sensibilidad, los Mediadores tienden a ser considerados y bondadosos, y odian la idea de lastimar a alguien, incluso sin querer.
  • Generoso : los mediadores rara vez disfrutan de tener éxito a expensas de otras personas. Se sienten llamados a compartir las cosas buenas de sus vidas, dar crédito a quienes lo merecen y animar a las personas que los rodean. Estas personalidades quieren contribuir a un mundo donde se escuchen todas las voces y las necesidades de nadie queden sin satisfacer.
  • Mente abierta: tolerantes y tolerantes, los mediadores intentan no juzgar las creencias, el estilo de vida o las decisiones de los demás. Este es un tipo de personalidad que prefiere la compasión a la búsqueda de fallas, y muchos Mediadores sienten empatía incluso por aquellos que han hecho algo malo. Debido a que son tan tolerantes, los mediadores a menudo se convierten en confidentes de sus amigos y seres queridos, y ocasionalmente de completos extraños.
  • Creativo: a los mediadores les encanta ver las cosas desde perspectivas no convencionales. Pocas cosas les dan más placer que permitir que sus mentes divaguen a través de todo tipo de ideas, posibilidades y ensoñaciones. No es de extrañar, entonces, que muchos Mediadores se sientan atraídos por actividades creativas, o que este tipo de personalidad esté bien representado entre escritores y artistas.
  • Apasionados: cuando una idea o movimiento captura su imaginación, los mediadores quieren dedicarle todo su corazón. Es posible que las personas con este tipo de personalidad no siempre sean francas, pero eso no disminuye sus fuertes sentimientos por una causa que habla de sus creencias y convicciones.
  • Idealista: los mediadores se esfuerzan por seguir su conciencia, incluso cuando hacer lo correcto no es fácil ni conveniente. Rara vez pierden de vista su deseo de vivir una vida significativa y llena de propósitos, una que ayude a los demás y haga del mundo un lugar mejor.

Debilidades del mediador (INFP)

  • Poco realista : nada en este mundo es perfecto, y esa puede ser una verdad difícil de aceptar para los mediadores. Las personas con este tipo de personalidad pueden ser románticos empedernidos, con visiones color de rosa de cómo deberían ser sus vidas. Esto puede hacer que los Mediadores se desilusionen cuando la realidad inevitablemente no alcance sus sueños.
  • Autoaislamiento : los mediadores anhelan conectarse con otros, pero no siempre saben cómo hacerlo. Especialmente en entornos nuevos, los mediadores pueden ser reacios a exponerse de maneras que les ayuden a hacer nuevos amigos oa involucrarse en una nueva comunidad. Como resultado, las personas con este tipo de personalidad a veces pueden sentirse solas o aisladas.
  • Desenfocado: la naturaleza imaginativa e introspectiva de los mediadores no siempre se presta a la productividad. Muchos mediadores se sienten frustrados por lo difícil que les resulta abrocharse el cinturón y hacer las cosas. El problema no es que sean incapaces, sino que tienen problemas cuando quedan tan atrapados en diferentes ideas e ideales que no logran comprometerse con un curso de acción.
  • Emocionalmente vulnerable : la sintonía emocional de estas personalidades se encuentra entre sus mayores fortalezas. Pero a menos que los mediadores establezcan límites, pueden correr el riesgo de absorber los estados de ánimo o las actitudes negativas de otras personas.
  • Desesperado por complacer: el conflicto tiende a ser estresante para los mediadores, que anhelan la armonía y la aceptación. Cuando a alguien no le gusta o lo desaprueba, estas personalidades pueden obsesionarse con tratar de aclarar las cosas y cambiar la opinión de esa persona. Desafortunadamente, el deseo de los Mediadores de complacer a los demás puede agotar su energía, eclipsando su sabiduría interior y su conciencia de sus propias necesidades.
  • Autocrítico: los mediadores creen en su potencial único y desean desesperadamente estar a la altura. Pero esto puede hacer que tengan expectativas poco realistas de sí mismos. Cuando los Mediadores no cumplen con estas visiones, pueden acusarse a sí mismos de ser inútiles, egoístas o lamentablemente inadecuados. Llevada demasiado lejos, esta autocrítica puede desalentar a los Mediadores, llevándolos a renunciar incluso a sus sueños más queridos.

¿Te sientes autocrítico en este momento? Antes de pasar a la siguiente sección, desplácese hacia arriba para volver a leer sus puntos fuertes y déjelos servir como un recordatorio de cuánto usted, querido Mediador, puede aportar a este mundo.

Relaciones románticas

Los mediadores (INFP) son soñadores e idealistas, especialmente cuando se trata de romance. Las personas con este tipo de personalidad creen en el poder y la belleza del amor verdadero y esperan sinceramente nunca conformarse con menos. Es justo decir, entonces, que los Mediadores se acercan al mundo del romance con grandes expectativas. Es posible que hayan pasado años soñando despiertos con la relación perfecta, imaginando cómo se sentiría compartir su ser más íntimo con otra persona. Pero la realidad de las citas puede sorprender a los mediadores, obligándolos a lidiar con una pregunta desafiante: si quieren tener una relación, ¿tendrán que ceder en sus ideales?

Románticos sin esperanza

Los mediadores no solo quieren encontrar un socio, quieren conectarse con un alma gemela. Reflexivos y de mente abierta, estas personalidades generalmente están dispuestas a considerar salir con todo tipo de personas. Los mediadores se enorgullecen de su capacidad para mirar más allá de los rasgos superficiales de una pareja potencial, como la apariencia, el estatus social o las posesiones, y centrarse en señales de compatibilidad más profundas y significativas. Los mediadores comparten la creencia de que dos personas pueden unirse en una relación y hacerse mejores y más felices de lo que eran antes. Pero sería un error pensar que los Mediadores no tienen estándares preconcebidos para su pareja. Con sus mentes e imaginación activas, las personas con este tipo de personalidad tienden a desarrollar y llevar consigo una visión de su pareja ideal, una visión que puede estar basada en un personaje ficticio favorito, una persona que alguna vez conocieron o simplemente las historias que se han dicho a sí mismos cómo “debería” verse el amor. Cuando conocen a alguien nuevo, la mayoría de los Mediadores no pueden evitar comparar a esa persona con el alma gemela ideal que han imaginado. Como era de esperar, tales comparaciones tienden a eliminar a más de unos pocos socios potenciales. Puede ser difícil, si no imposible, para una persona real, de carne y hueso, estar a la altura de los preciados sueños de un Mediador.

haciendo un esfuerzo

Con el tiempo, muchos Mediadores llegan a aprender que el amor verdadero no sucede por arte de magia, sino que requiere compromiso, comprensión y trabajo. Después de todo, ninguna pareja es perfecta e incluso las relaciones más hermosas tienen sus desafíos. Afortunadamente, las personas con este tipo de personalidad pueden encontrar una gran alegría en el esfuerzo que se necesita para fortalecer una relación. Cuando se enamoran, los mediadores revelan cuánta pasión vibra debajo de sus tranquilos exteriores. Devotos y leales, sin embargo, respetan la independencia de su pareja, con el objetivo de aceptar a su pareja tal como es. Dicho esto, estas personalidades también quieren ayudar a sus parejas a aprender, crecer y perseguir sus objetivos. Los mediadores siempre están imaginando formas de mejorarse a sí mismos y al mundo que los rodea, y lo último que querrían es que sus socios se sientan infelices o estancados. Las personalidades de los mediadores utilizan su compasión y perspicacia para comprender a las personas que les importan y recurren a su creatividad para hacer que su pareja se sienta especial. Muchas personas con este tipo de personalidad se dedican a ayudar a sus parejas a mejorar sus vidas. Si bien este es un objetivo noble, los mediadores deben asegurarse de realizar un seguimiento de sus propias necesidades y asegurarse de que sus socios estén realmente listos para cambiar. Siempre que lo hagan, el apoyo y la devoción de los mediadores pueden marcar la diferencia en la vida de sus parejas.

Encontrar lo que es real

Los mediadores tienden a promover la armonía sobre el desacuerdo. Aunque esto da estabilidad a sus relaciones, también puede generar problemas. Para evitar desencadenar un conflicto, los mediadores pueden evitar hablar abiertamente sobre las cosas que les molestan; en cambio, pueden fijarse mentalmente en el problema o tratar de resolverlo por su cuenta. También pueden centrarse en hacer feliz a su pareja, en detrimento de sus propias prioridades y sentido de sí mismos. Las personas con este tipo de personalidad pueden necesitar recordarse que la comunicación abierta y honesta es necesaria en una relación, incluso si no siempre es fácil. De hecho, esos momentos de franqueza pueden transformar una relación para mejor. Mientras se comuniquen abiertamente, los mediadores son más que capaces de mantenerse fieles a sí mismos en una relación y alentar a la persona que les importa a hacer lo mismo. Al poner todo su corazón y mente en sus relaciones, los Mediadores pueden descubrir lo que realmente significa amar y ser amado.

Amistades

Cuando se trata de su vida social, los mediadores (INFP) pueden verse atrapados en una red de contradicciones. Las personas con este tipo de personalidad ansían pasar tiempo a solas, pero también son vulnerables a la soledad. Anhelan sentirse aceptados y queridos, pero odian la idea de fingir ser alguien que no sean ellos mismos. Y aunque dudan en llamar la atención sobre sí mismos, tampoco quieren ser invisibles. La buena noticia es que, en compañía de verdaderos amigos, los Mediadores pueden escapar de la rueda de hámster de estas inseguridades y concentrarse en lo que realmente importa. Para estas personalidades, la amistad es un bien preciado: una oportunidad para que dos personas se animen mutuamente y cambien la vida del otro para mejor. Los mediadores realmente creen en el viejo dicho de que “un amigo en necesidad es un verdadero amigo”. Pocas cosas refuerzan su sentido de propósito como estar allí para alguien que les importa. Quizás debido a su intensa inversión en estas relaciones, los Mediadores tienden a sentirse más satisfechos al pasar tiempo con un círculo pequeño e íntimo de amigos. Los conocidos pueden ir y venir, pero es probable que este círculo interno incluya amigos de los mediadores para toda la vida.

En busca de un espíritu afín

Aunque los mediadores son cálidos y tolerantes, no siempre les resulta fácil hacer amigos. Esto puede deberse a que las relaciones casuales y superficiales pueden hacer que estas personalidades se sientan un poco vacías. Los mediadores buscan amistades auténticas y duraderas con personas que compartan su deseo de pensar y sentir profundamente, de hacer lo correcto y de dar al mundo más de lo que le quitan. Entre los espíritus afines, las personas con este tipo de personalidad se sienten aceptadas y comprendidas, felices de ser ellas mismas y florecer en su propio tiempo. Dicho esto, los mediadores son capaces de entablar amistad con todo tipo de personas. La combinación de sus rasgos de personalidad intuitivos y prospectivos los atrae a diversas perspectivas, lo que les ayuda a apreciar a los amigos cuyas experiencias y visiones del mundo son totalmente diferentes a las suyas. En realidad, a los mediadores les puede resultar estimulante conectarse con alguien que, en la superficie, tiene poco en común con ellos. Para Mediators, una verdadera amistad se basa en valores compartidos, no solo en experiencias compartidas. Es poco probable que las personas con este tipo de personalidad formen amistades sólidas simplemente por conveniencia. Por ejemplo, si bien su afecto por sus compañeros de trabajo puede ser fuerte, trabajar en la misma oficina o tienda no es suficiente para que los Mediadores garanticen una amistad sustancial. Deben entrar en juego conexiones más profundas.

Amigos de por vida

Cuando los Mediadores se hacen amigos de alguien, pueden secretamente (o no tan secretamente) esperar permanecer cerca de esa persona de por vida. Estas personalidades son capaces de entablar relaciones sólidas y estables marcadas por un apoyo apasionado, un ingenio poético sutil y un profundo nivel de comprensión emocional. Las amistades duraderas tienden a sacar aspectos menos obvios del tipo de personalidad del Mediador, incluida una vena protectora feroz. Muchos Mediadores descubren que pueden defender a sus amigos de maneras que les resultaría difícil manejar por sí mismos. Aunque los Mediadores valoran sus amistades, también necesitan espacio personal y tiempo a solas para recargar energías. A veces, las personas con este tipo de personalidad pueden alejarse incluso de sus amigos más cercanos para reconectarse consigo mismos y restaurar su energía, como deben hacer todos los introvertidos. Estas salidas suelen ser temporales, pero es posible que los mediadores deban asegurarse de que sus amigos no se sientan desairados por su ausencia. Incluso cuando sus amistades se fortalecen, las cualidades enigmáticas de los mediadores nunca desaparecen realmente. Los mediadores buscan formas de mejorar sus amistades y compartir su afecto con quienes les importan. A menudo, esto toma la forma de pasar tiempo de calidad con sus amigos, ideando grandes visiones para el futuro y compartiendo sus sueños e ideas secretos con alguien en quien saben que pueden confiar. Pero incluso cuando los Mediadores están completamente solos, siempre tienen a sus amigos en sus corazones.

Paternidad

Para los Mediadores (INFPs), la vida es un viaje. Pero incluso cuando encuentran su propio camino en el mundo, estas personalidades se sienten llamadas a ayudar a otras personas a embarcarse en sus propios viajes hacia el significado, la realización y la felicidad. A su manera discreta y no dominante, a los mediadores les encanta guiar a otros para que aprendan y crezcan, y la paternidad puede ser una oportunidad increíblemente gratificante para que hagan exactamente eso. Desde el principio, los padres Mediadores tienen como objetivo ser cálidos, afectuosos y de mente abierta. Las personas con este tipo de personalidad se deleitan con el asombro de sus hijos ante el mundo y quieren darles libertad, libertad para formar sus propias opiniones, descubrir sus propios intereses y crecer en su ser único. Los padres mediadores equilibran estas libertades creando una base estable de apoyo y aceptación, con la esperanza de que sus hijos nunca olviden cuánto los aman. Sensible y perceptivo, los mediadores se sintonizan con las necesidades y perspectivas de sus hijos. Quieren conocer a sus hijos como individuos únicos y multidimensionales más que como proyecciones de sí mismos.

Hacer frente a los desafíos

Los mediadores pueden disfrutar criando espíritus libres, pero eso no significa que estén totalmente libres. Quieren enseñar valores clave a sus hijos, incluida la honestidad, la compasión y la importancia de cuidar a los demás. También quieren que sus hijos entiendan el significado de la responsabilidad personal, especialmente cuando se trata de no lastimar a los demás. Como los padres de cualquier tipo de personalidad, los padres Mediadores inevitablemente enfrentan desafíos. Se toman en serio sus responsabilidades de crianza, por lo que puede sentirse como un fracaso personal cuando sus hijos se portan mal en formas grandes o pequeñas. Estas personalidades pueden estar especialmente molestas cuando ven que sus hijos se comportan de una manera que no parece considerada ni ética. Con sus conciencias hiperactivas, los Mediadores pueden culparse a sí mismos por el mal comportamiento de sus hijos, incluso cuando hacerlo no sea razonable o productivo. Cuando sus hijos hacen algo mal, los mediadores pueden preguntarse: ¿He fallado como padre? El peligro aquí es que las personas con este tipo de personalidad pueden centrarse tanto en culparse a sí mismas que no establezcan las consecuencias apropiadas para las acciones de sus hijos. La disciplina puede no ser fácil para los mediadores, pero cuando se equilibra con su naturaleza afectuosa y gentil, puede convertirse en una herramienta poderosa en su misión de enseñar a sus hijos la diferencia entre el bien y el mal.

Equilibrio de estructura con espontaneidad

Los padres mediadores naturalmente quieren servir como buenos modelos a seguir. Intentan mostrar a sus hijos lo mejor de sí mismos, manteniendo en secreto sus problemas, emociones negativas y frustraciones. Esto puede preservar una sensación de armonía en el hogar, ayudando a que sus hijos se sientan seguros y cuidados. De la misma manera, los Mediadores a menudo tratan de proteger a sus hijos de los mayores problemas del mundo. Esto es ciertamente apropiado cuando sus hijos son pequeños, pero eventualmente, los mediadores necesitan encontrar formas de hablar sobre problemas más difíciles con sus hijos. Otro obstáculo para muchos padres con este tipo de personalidad es establecer estructuras y reglas prácticas para el día a día de sus hijos. Afortunadamente, los Mediadores pueden usar su energía creativa para imponer límites sin sofocar la curiosidad y el entusiasmo de sus hijos. Estos padres tienen una habilidad notable para ponerse en el lugar de otras personas, y esto les permite idear horarios y reglas que realmente funcionan para las necesidades individuales de sus hijos. Cuando equilibran la estructura con la espontaneidad, los mediadores pueden ayudar a sus hijos a convertirse en personas más cariñosas, responsables y alegres. Y eso es exactamente por lo que se esfuerzan estos padres: criar hijos que reconozcan sus dones y talentos únicos y los compartan con el mundo.

Trayectoria de carrera

Muchos mediadores (INFP) anhelan una carrera que no solo se ocupe de las facturas sino que también se sienta gratificante. Quieren pasar sus días haciendo algo que realmente aman, preferiblemente sin demasiado estrés o drama. Para los mediadores, una trayectoria profesional ideal debería sentirse como una vocación, no solo como un trabajo. Y si no implica demasiadas interacciones sociales agotadoras o llamadas telefónicas, mucho mejor. Siempre idealistas, los mediadores pueden tener dificultades para encontrar una profesión que satisfaga sus necesidades prácticas y cumpla sus sueños. Estas personalidades pueden flotar en la frustración, esperando que se presente el trabajo perfecto y eventualmente sintiéndose estancadas o preocupadas de no estar a la altura de su potencial. Por desgracia, no existe el trabajo perfecto, y la cuestión de si conformarse con un puesto menos que ideal puede pesar mucho sobre las personas con este tipo de personalidad. Afortunadamente, la creatividad, la independencia y el sincero deseo de los mediadores de conectarse y ayudar a otros pueden ayudarlos a brillar y encontrar satisfacción en casi cualquier línea de trabajo.

Un lugar para todos

Ciertas carreras y vocaciones parecen tener un atractivo especial para estas personalidades. Con su curiosidad y su amor por la autoexpresión, muchos Mediadores sueñan con convertirse en escritores. Pueden escribir novelas, buscar nichos independientes interesantes o incluso encontrarse haciendo comunicaciones en un campo corporativo o para una organización sin fines de lucro. Ricamente imaginativos, los mediadores pueden infundir nueva vida incluso a los materiales de recaudación de fondos o marketing más secos. Sensible a la belleza artística, algunos Mediadores simplemente cobran vida en los mundos de la escritura, la música, el teatro o la danza. Aunque este tipo de personalidad no es conocido por buscar el centro de atención, otros Mediadores encuentran su propósito de vida en las artes escénicas. Estos Mediadores pueden extraer de sus profundidades internas para extraer exquisitas interpretaciones del trabajo de un creador. También pueden crear sus propias obras como dramaturgos, compositores o coreógrafos. Hagan lo que hagan, los mediadores quieren sentir que su trabajo está ayudando a otros. No es de extrañar, entonces, que muchas personas con este tipo de personalidad elijan carreras enfocadas en el servicio, como asesoramiento, psicología, enseñanza, atención médica, trabajo social, terapia de masajes o rehabilitación física. Para estas personalidades afectuosas y solidarias, pocas cosas son más significativas que ver que su trabajo ayuda a mejorar la vida de alguien.

encontrando su camino

Los mediadores son adaptables, pero puede que les resulte desmotivador trabajar en entornos burocráticos, estresantes o agitados. También pueden sentirse frustrados por los lugares de trabajo que son muy críticos o competitivos. Los lugares de trabajo que recompensan la independencia tienden a ser una buena opción para los mediadores, aunque pueden apreciar cierta estructura y supervisión para ayudarlos a evitar postergar y perderse en sus pensamientos. Dicho esto, los mediadores no necesitan condiciones ideales para prosperar profesionalmente. Estas personalidades quieren vivir en sintonía con sus valores, tanto en sus carreras como en cualquier otro aspecto de sus vidas. Pueden soportar y superar cualquier cantidad de desafíos mientras persiguen un sentido de misión en su trabajo.

Hábitos en el lugar de trabajo

Los mediadores (INFP) quieren sentir un sentido de propósito en su trabajo. Dondequiera que se encuentren en la escala laboral, intentan cultivar una conexión emocional y moral con lo que hacen, buscando la seguridad de que sus esfuerzos diarios están ayudando a otras personas de alguna forma. Este deseo de ser útil colorea cómo las personalidades de los Mediadores responden a la autoridad en el lugar de trabajo y cómo la expresan.

Subordinados del mediador

Como empleados, los mediadores tienden a ser leales, optimistas y considerados. Se enorgullecen de ser honestos y de hacer lo correcto en todas las circunstancias. Las personas con este tipo de personalidad también se sienten gratificadas al complacer a los demás, desde sus jefes hasta sus clientes. Los mediadores se sienten más motivados cuando piensan en formas de ayudar a los demás, sin preocuparse por las listas de verificación o los resultados finales. Esto explica por qué los elogios y los comentarios positivos pueden hacer que se iluminen. Por otro lado, la crítica puede hacer que estas personalidades se cierren. Cuando se enfrentan a expectativas punitivas o a un jefe muy negativo, pueden tener dificultades para hacer las cosas. Agregue la distracción de un teléfono que suena constantemente o una bandeja de entrada desbordada, y tiene una receta para un mediador seriamente estresado. Los empleados mediadores disfrutan de tener libertad y libertad. Su creatividad y perspicacia les permiten cambiar formas antiguas e ineficaces de hacer las cosas, siempre que se les dé la oportunidad de hablar y hacer cambios. Dicho esto, tienden a beneficiarse de los plazos y las expectativas claras para mantener el rumbo. De lo contrario, las personas con este tipo de personalidad podrían quedar atrapadas en la procrastinación, saltando de una idea a otra en lugar de establecerse y tachar tareas de su lista de tareas pendientes.

Colegas mediadores

Los mediadores valoran la igualdad y la justicia, por lo que no sorprende que puedan sentirse sofocados por las jerarquías en el lugar de trabajo. Prefieren entornos profesionales donde todos se sientan valorados y animados a compartir sus ideas, sin importar el cargo que ocupen. Como colegas, los Mediadores hacen lo que pueden para hacer realidad este ideal. A su manera tranquila, los mediadores pueden convertirse en el pegamento que mantiene unido su lugar de trabajo. Aunque es posible que su voz no sea la más fuerte, a menudo son admirados por su perspicacia, y sus compañeros de trabajo acuden habitualmente a ellos para pedirles consejo. Agradables y de buen corazón, a los mediadores no les gustan los conflictos, el drama ni la política en el lugar de trabajo. En cambio, tratan de actuar de manera que fomenten la armonía y la cooperación. Cuando alguien necesita ayuda, los mediadores tienden a intervenir sin esperar elogios o reconocimiento. Una de las mayores contribuciones de los Mediadores como colegas es su estilo de comunicación empático. Estas personalidades hablan de una manera honesta pero amable, lo que puede establecer un tono positivo para todo el lugar de trabajo.

Mediator Managers

Los mediadores valoran la igualdad y la justicia, por lo que no sorprende que puedan sentirse sofocados por las jerarquías en el lugar de trabajo. Prefieren entornos profesionales donde todos se sientan valorados y animados a compartir sus ideas, sin importar el cargo que ocupen. Como colegas, los Mediadores hacen lo que pueden para hacer realidad este ideal. A su manera tranquila, los mediadores pueden convertirse en el pegamento que mantiene unido su lugar de trabajo. Aunque es posible que su voz no sea la más fuerte, a menudo son admirados por su perspicacia, y sus compañeros de trabajo acuden habitualmente a ellos para pedirles consejo. Agradables y de buen corazón, a los mediadores no les gustan los conflictos, el drama ni la política en el lugar de trabajo. En cambio, traten de actuar de manera que fomenten la armonía y la cooperación. Cuando alguien necesita ayuda, los mediadores tienden a intervenir sin esperar elogios o reconocer. Una de las mayores contribuciones de los Mediadores como colegas es su estilo de comunicación empático. Estas personalidades hablan de una manera honesta pero amable, lo que puede establecer un tono positivo para todo el lugar de trabajo.

Conclusión

Pocos tipos de personalidad son tan poéticos y bondadosos como los Mediadores (INFP). Con sus dones únicos, los mediadores pueden superar todo tipo de desafíos y obstáculos, y alegrar las vidas de quienes los rodean en el proceso. La creatividad, la imaginación y la amabilidad de los mediadores demuestran ser invaluables en muchas áreas, incluido su propio crecimiento personal. Sin embargo, los mediadores pueden tropezar en áreas donde el idealismo y el altruismo son más una desventaja que una ventaja. Cuando se trata de encontrar (o mantener) una pareja, hacer amigos, seguir una carrera significativa o planificar para el futuro, las personas con este tipo de personalidad pueden necesitar desarrollar conscientemente sus rasgos más débiles y adquirir nuevas habilidades, incluso cuando recurren a sus propias habilidades. muchas fortalezas.

La vida secreta de los mediadores

Lo que ha leído hasta ahora es solo una introducción a la complejidad del tipo de personalidad del Mediador. Es posible que hayas murmurado para ti mismo: “Vaya, esto es tan preciso, es un poco espeluznante” o “¡Finalmente, alguien me entiende!” Es posible que incluso haya preguntado: “¿Cómo saben más sobre mí que las personas más cercanas a mí?” Esto no es un truco. Te sentiste comprendido porque lo eras. Hemos estudiado cómo piensan los mediadores y qué necesitan para alcanzar su máximo potencial. En el proceso, hemos aprendido cómo las personas con su tipo de personalidad pueden superar incluso sus mayores desafíos personales. Pero para superar estos desafíos, debe tener un plan, una hoja de ruta personal: una visión de hacia dónde quiere dirigirse y por qué. En esta introducción, ha aprendido cómo tienden a comportarse los mediadores en determinadas circunstancias y cuáles son sus principales puntos fuertes y débiles. Esta es la verdad: conocerte y aceptarte a ti mismo es el primer paso para seguir adelante y hacer cambios positivos en tu vida.

Avanzando

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